Los parientes ricos

Atticuss Licona | Tiempo de Veracruz | enero 10, 2011 at 11:53 PM

La semana pasada terminé de leer un libro que comencé en el 2010. Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño, es una novelaza, de lo mejorcito que he leído y el jurado calificador está por darle el premio a lo mejor que leí en el 2010. Este fin de semana, además, terminé de leer la novela “Los parientes ricos” de Rafael Delgado, la cual tiene sus partes churriguerescas pero que se salva por la trama.

El comentario anterior no crea usted que tiene la finalidad de ensalzar mis capacidades de lectura, que viéndolo bien visto también podría considerarse como una increíble parvedad de quehacer o una proclive disposición al desvelo. El comentario va más bien encaminado a darle una entrada a que si hay parientes ricos, por definición también debe haber parientes pobres. Aquí nace la pregunta: ¿Usted es de los parientes ricos o de los parientes pobres?

Si visualizamos el anterior cuestionamiento desde el punto de vista monetario, más valdría no contestar. Hay que verlo desde la perspectiva de los bienes y la calidad de vida que cada quien tiene. Lo anterior viene a cuento porque de acuerdo a una encuesta de Consulta Mitofsky, Veracruz es de los tres Estados mejor considerados para vivir. Y cómo no, pues aunque no todo es ese mar donde la vida es más sabrosa, sí tenemos muchas virtudes como Estado que nos envidian en otras partes del país.

He vivido en muchas regiones. En el norte, en el centro, en el sur. Chihuahua, Nuevo León, Querétaro, Distrito Federal, Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo. Y créame, cada vez que me alejaba del terruño, lo extrañaba. Yo sé que hay muchos que ahora están rumiando y rasgando los sillones porque consideran que en este Veracruz ya no se puede vivir. Y es cierto, hay razones para llegar a pensarlo, pero estoy seguro que hay más razones para pensar que, efectivamente, Veracruz es de lo más lindo para vivir.

Pensando en México como una gran familia, se puede elucubrar entonces que los veracruzanos somos los parientes ricos. Tenemos de todo. Sierra, mar, selva, montaña, frío, calor, y un perenne verde que nos persigue a donde quiera que vayamos. Basta con encontrarse un letrerillo oxidado que anuncie que estamos dejando Veracruz y entrando a Puebla para descubrir ante nuestros ojos que los campos verdes se transforman en extensos valles semiáridos. A donde vayamos, una vez saliendo de este hermoso Estado, el cambio es radical.

Vivir aquí ya no es tan fácil como antes. Pero la vida en sí es complicación y nadie dice que deba ser fácil. Queremos seguridad, cierto, yo la quiero, la deseo y la anhelo. Queremos trabajos bien pagados. Queremos progreso, futuro, honestidad y transparencia. Lo quiero yo, seguramente lo quieres tú, y lo queremos todos los veracruzanos. No es el paraíso –a ese sólo algunos podrán llegar cuando mueran-, pero sin lugar a dudas, comparado con otros Estados, con sus riquezas y sus virtudes, nosotros somos los parientes ricos. Ahí la llevamos.

P.D. ¿Ya me compró mi regalo? No se le olvide que el 23 cumplo años.

Cualquier comentario de esta ricachona columna, favor de enviarlo a [email protected], y puede leer el historial de columnas en www.politicaaldia.com

Escriba sus comentarios