Oswaldo Ahumada Sánchez y la cachi porra

César Augusto Vázquez Chagoya | | agosto 12, 2012 at 9:09 PM

Pasillos del Poder

Por: César Augusto Vázquez Chagoya

12 de AGOSTO de 2012

OSWALDO AHUMADA SÁNCHEZ Y LA CACHI PORRA

A finales de los años sesenta, el Lic. Pablo Cruz Hernández, entonces director de la escuela secundaria y preparatoria Minatitlán, había convencido a su compadre y amigo Sergio Martínez Mendoza, líder de la sección 10 de petroleros, de la necesidad de un edificio moderno para su escuela.

Sergio Martínez Mendoza, quien no había terminado la primaria, nacido en Tehuantepec, Oaxaca, fue muy magnánimo con los estudiantes: donó un terreno de 10 hectáreas, hizo dos edificios modernos para las aulas, una dirección y una biblioteca.

No quedo todo ahí: bardeó las 10 hectáreas e hizo el campo de futbol y béisbol. Ha sido el líder petrolero que más obra publica hizo a favor de Minatitlán, empezando por su edificio sindical, pavimentos de calles, monumentos, escuelas, etc.

Aunque usted no lo crea, Sergio Martínez Mendoza -después de ser líder nacional de los petroleros y senador por Veracruz- se jubiló, pero murió pobre a pesar de su gran poder, sin el reconocimiento de la población y la clase política.

El secretario de la ESBOM era Oswaldo Ahumada Sánchez, profesor, originario de El Higo. Siempre nos reíamos cuando nos contaba cuando meten la luz eléctrica a su pueblo. Los de la CFE tendieron los cables pero nadie contrató el servicio, porque vivían felices con velas y candiles. Se les hacía cara la luz eléctrica.

Como siempre hay un “vivo” que se cuelga de los cables, compra su refrigerador y tiene luz de noche. Como no pasó nada, los demás lo imitaron. Casi todo El Higo estaba colgado de los cables de la Comisión Federal de Electricidad.

Ya cuando todos se acostumbraron a la luz eléctrica, llegan los de la “Comisión” y cortan la luz a toda la población. Todavía reclamaron porque la CFE era del pueblo, pero la empresa paraestatal les dijo: “O contratan o no hay luz”. Así entro la luz a El Higo.

Oswaldo Ahumada Sánchez siento que nació viejo. Muy equilibrado en su actuar toda su vida. Con un don de gente extraordinaria. No obliga a nadie hacer lo que no quiera. Es un líder nato que se ha superado a puro pulmón.

Los estudiantes de secundaria y preparatoria un día se pusieron de acuerdo de poner porterías de fierro en el campo, porque se jugaba futbol con porterías de piedra. Don Pablo y Oswaldo, mirando. Después los estudiantes hicieron su liga interna y Oswaldo observando.

Nosotros no sabíamos que Oswaldo, había sido un aspirante fuerte a ser jugador profesional, pero prefirió el profesorado para ayudar a sus familiares. Un día, Don Pablo, a quien le tengo una enorme gratitud como a Don Oswaldo, en un lunes de honor a la bandera, invitan a toda la escuela para formar una selección de futbol para competir en la primera división, máxima liga en Minatitlán.

Oswaldo sería el director técnico. Puros chamacos entre 16 y 18 años. Los peligrosos de esa liga eran los vecinos del campo Alondra, “vagos”, porque sólo cruzaban la calle y se ponían a jugar. Debo reconocer que muchos de ellos deberían ser verdaderos profesionales.

En nuestro equipo de la ESBOM de repente nos salieron unos muchachos que merecían estar en los mejores equipos del país, pero ahí estaban estudiando y nadie se fue a probar, aunque ahora son excelentes profesionales en todas las ramas.

Oswaldo enseñó lo que nadie les hubiera dicho: ejercicios, disciplina y una gran psicología. El primer día de ese equipo en la primera división fue contra el equipo de los ingenieros. Se jactaban de la juventud del equipo. “Vamos a comer pichón”, decían

Esa fue la lección de apostar a los jóvenes de parte de Don Pablo y Oswaldo. En el debut el equipo de chamacos les metió a los ingenieros 16 goles a cero. Nadie paró al equipo más que los jugadores del “Alondra”, quienes juegan la final con los de la ESBOM, pero pierde.

Desde ese momento se fueron al museo los jugadores panzones, crudos y viejos. Jóvenes, pero con más de 25 años. Cada quien salió de la escuela a estudiar a otros lados del país y Don Pablo se hizo notario y Oswaldo se fue a crear su propia historia.

La maestra Acela Servín, originaria de Coatepec, gobernaba el sindicato de los maestros al servicio del estado de Veracruz. Con mucha fuerza, porque tuvo los arrestos de enfrentarse al gobernador Fernando López Arias, pero su cacicazgo ahogaba a Oswaldo y a muchos maestros.

Los maestros de mi familia se unieron a su movimiento en contra de Acela, extendiéndose la inconformidad en toda la entidad. Los inconformes fueron perseguidos, Ignacio Morales Lechuga, secretario de Gobierno, primero “apapachó” a los disidentes y después los reprimió.

A Oswaldo Ahumada Sánchez, quien vivía con su familia en una casa modesta del INFONAVIT en Xalapa, sin orden de aprehensión, ni cateo, la entonces policía judicial lo sacó de su casa frente a su afligida esposa y sus pequeños hijos y lo llevaron al penal de Pacho Viejo.

30 días de cárcel. Presión de los maestros disidentes, desplegados, marchas, etc. Oswaldo salió bajo fianza, pero con una condena de más de 6 años de cárcel por fraude, que después ganó y fue libre de toda culpa. Las motivaciones eran políticas.

El 28 de noviembre de 1982 por fin nace el Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SDTEV) en un convenio que firma el gobernador Agustín Acosta Lagunes y el subsecretario de Gobierno, Francisco Montes de Oca, reconociendo la nueva organización sindical.

Oswaldo poco a poco se fue alejando de los reflectores. Buscaba una vida sana y de nuevos retos. Una vez me lo encontré haciendo ejercicios en Los Lagos y caminamos hacia el estadio Heriberto Jara Corona. Platicamos largo y tendido.

El maestro de El Higo, en el norte de Veracruz, combinaba su magisterio con la venta de seguros de vida y a la vez estudiaba la licenciatura de Derecho. Que ganas de salir adelante. Mis respetos a mi maestro y amigo.

Lo que es la vida. El 8 de agosto veo un artículo en la sección cultural del Diario de Xalapa, firmado por Luis Gerardo Martínez García, con el titulo “¿CÓMO NACIÓ EL SDTEV?”. Habla de un libro de Oswaldo Ahumada Sánchez denominado “LA LUCHA DEL DEMOCRÁTICO (MIS MEMORIAS Y UNA REFLEXION)”.

Me acorde de mi amigo, pero no sabia del libro. Sé que trabaja en el Poder Judicial del estado. La vida sigue siendo un reto y agradezco a Luis Gerardo que llevara a las páginas la historia mínima de Oswaldo.

Aparté el artículo a un lado para escribir sobre mi maestro y viendo la televisión como México le ganaba la medalla de oro a Brasil, retomó fuerza la obra de Oswaldo con jóvenes de Minatitlán.

Hasta hace 2 años nuestro ídolo era Cuauhtémoc Blanco, con 38 años, futbolista de profesión, hasta que los directivos se dieron cuenta que el mejor tesoro que tienen son los jóvenes, que en balónpie ganan torneos a nivel internacional.

La formula del poder de los jóvenes lo había aplicado en Minatitlán Oswaldo Ahumada Sánchez hace mas de 40 años, donde puso a jugar unos chamacos con jóvenes maduros, pero los primeros ganaron. Eso así es: los jóvenes ya no son el futuro, son nuestra realidad.

Oswaldo Ahumada Sánchez sigue con sus retos y el país cambia con sus jóvenes.

Dámaso Pérez Prado, cubano nacionalizado mexicano, hizo tantas canciones con el mambo y una la dedicó al Politécnico Nacional: “A la Cachi Cachi Porra” es una canción dedicada a nuestra juventud. Este extraordinario músico murió el 16 de septiembre de 1989.

¡A La cachi a los futbolistas… A la cachi a Oswaldo!


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