¡Feliz día de la madres! - Por: El Filòsofo de Güémez

Ramón Durón Ruiz | | mayo 9, 2013 at 9:37 PM

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

Por Ramón Durón Ruiz

El Dr. Ricardo Varela es un sabio de vida, además de tener dos doctorados, haber publicado decenas de libros y artículos académicos, ser maestro de la UNAM, desde hace 48 años es voluntario de la Cruz Roja, en el DF en donde –al lado de su hijo que lo acompaña como paramédico en la ambulancia–, sirve como chofer.
Me cuenta: “Cierto día un amigo mío, que era fotógrafo de la Prensa especializado en la nota roja, caminaba por la ciudad buscando la nota del día, cuando miró a una mujer –evidentemente muy pobre– que con una profunda tristeza, cargaba un pequeño ataúd bajo su brazo
La siguió con cautela hasta el edificio de Medicina Forense del D.F. ahí él se enteró de lo que sucedía. Ella explicó que su hija de dos años había sido atropellada por un conductor irresponsable, no llegó ninguna ambulancia y su hijita murió en el lugar.
El cuerpo de la menor fue llevado al servicio forense y para entregarle su cuerpo debía llevar un ataúd. Pidió limosna y hasta que el dueño de la funeraria se compadeció de ella, entre colectas y donativos logró comprar la caja.
Se presentó y le entregaron el cuerpo, después tuvo que caminar doce kilómetros para llevar a su hija al cementerio en San Juan de Aragón, pues no tenía para pagar la carroza o un taxi.”
Esta historia tiene una enseñanza profunda, nada hay en el universo que iguale al amor de una madre. Una madre sabe que Dios le ha dado el privilegio de ¡Ser madre para siempre!, por eso da todo y mucho más por sus hijos, los defiende como leona, los educa con su innato saber, los enseña con amor, es un ejemplo de generosa bondad, es un querubín de DIOS en la Tierra.
Con la simplicidad que la vida le da, desarrolla en sus hijos actitudes positivas y sus aptitudes; lleva a sus hijos a gozar el placer de lo elemental: ver, jugar descalzos, hacer barquitos en la lluvia, revolcarse en la tierra, echar a andar su imaginación construyendo casas con almohadas o palos, tan grandes como sus sueños, observar mariposas, escuchar el trinar de las aves, reír, abrazar tan fuerte como la esperanza que en ellos siembra.
Una madre tiene la magia de vida, la sensibilidad para descubrir la naturaleza divina que hay en el interior de sus hijos. Si tienes la bendición de que MAMÁ vive, dile cuánto la amas, abrázala, gózala, regocíjate con ella; si no…. ¡bendícela y recuérdala!, porque si el Padre la ha llamado a su lado, es porque necesita de ángeles amorosos que le ayuden a ayudar. Algún día MAMÁ se va, pero su amor y sus regaños… ¡Duran para siempre!
Me permito parafrasear las vocaciones de una MAMÁ: “Es lingüista, porque enseña que ningún idioma es capaz de expresar el amor, bondad, fuerza, belleza y heroicidad que en un abrazo de ella se resume; Enfermera, porque frente al dolor, nos suministra inyecciones de ánimo; Doctora; porque cura todos nuestros males; Educadora, porque tiene mucho de Dios por la inmensidad de su pedagogía.
Psicóloga, porque aligera nuestros temores. Cheff; porque enseña a saborear la vida, en la simple calidez de su cocina. Escultora; porque su trabajo es obra maestra de la creación. Piloto aviador; porque que da alas a sus hijos enseñándolos a volar y en los vuelos difíciles cuando hay deseos de caer, su amor es soplo de viento que los lleva a remontar vuelo.
Agrónoma; porque enseña a amar nuestras raíces y nos impulsa a elevarnos hasta el infinito. Ingeniera; porque construye los caminos de la esperanza. MAMÁ es Amiga; porque sabe aligerar las tristezas y compartir sus risas, nunca niega sus manos tan tibias que alivian el alma y perdona defectos. Caminante; porque nos enseña las vías de la vida. Filósofa; porque cuando llegan los triunfos o la desdicha, enseña la prudencia y alimenta con sabias palabras el alma, con respuestas claras a las eternas preguntas de la vida.
Es Química; porque hace que lo imposible se transforme en posible. Licenciada en hotelería; porque hospeda en el vientre un pedazo de su alma. Tejedora de amor; porque entrelaza sus manos con las de un hombre para formar entre los dos una cuna. Sabía; porque enseña que la paciencia es un bien renovable sólo en una madre.
Humorista; porque hace que nuestros momentos sean acontecimientos, porque espera nuestra alegría. Mensajera; porque con su amor siempre trae buenas nuevas… Una madre es la síntesis de todas las profesiones y vocaciones del mundo, mujer divina que no nos deja atravesar peligros sin salida, es todo lo anterior y mucho más, es: paciencia, entrega, sacrificio, perdón, compañía, amor, bendición, protección, cuidado… MAMÁ ES UN REGALO DE DIOS.”
El humor popular dice que “Todo lo que siempre necesite saber, lo aprendí de mi madre:
Me enseñó a apreciar un trabajo bien hecho: ¡Si se van a matar cabrones, háganlo afuera!, ¡Acabo de terminar de limpiar!
Me enseñó religión: ¡Mejor reza para que esta pinche mancha salga de la alfombra!
Me enseñó a predecir el futuro: ¡Onde te saques un pinche 5 otra vez, verás la ‘inga que te pongo!
Me enseñó a ser ahorrativo: ¡Guarda las lágrimas para cuando me muera!
Me enseñó ósmosis: ¡Cierra la boca y come!
Me enseñó rectitud: ¡Te voy a enderezar de un sólo chingazo!”.1
1.http://www.nuestraedad.com.mx/loqueaprendi.htm
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